El hotel es muy céntrico y se encuentra en una gran zona, cerca de restaurantes y tiene una estación del metro justo debajo. Las habitaciones en fotos se ven grandes, pero en realidad dejan mucho qué desear en tamaño. El desayuno bufete occidental, solo tiene de occidental huevos, salchicha y tocino, cuando pedí que me cocinaran más los huevos, me dijeron que no, el personal del restaurante, no es muy amable.