El hotel es lindo, las habitaciones son bastante amplias, el primer día nos dieron una habitación que no funcionaba bien el aire acondicionado y nos cambiaron a otra mucho mejor, se agradece el gesto. Es delicioso para descansar ya que no hay ruido exterior, las camas son cómodas y el baño amplio. La entrada a las habitaciones es un poco complicada para personas con poca movilidad o si vas a algún evento y traes zapatos con tacones, la alberca común es linda y tranquila. El personal muy amable y resuelve cualquier duda. El desayuno que se incluye con la tarifa, todos los días es huevo (de la manera que quieras), fruta y café, lo cual llega a cansar si vas por varios días. La ubicación del hotel, es un poco obscura y sola, está a 15 min caminando del centro, la verdad que con tanto calor, rentamos coche y siempre nos movíamos así. Mérida nos encanta y volveremos pronto.