El hotel está ubicado en una zona tranquila y segura, asistimos a un evento en el Centro Expositor y fue excelente opción ya que nos pudimos desplazar caminando. Las instalaciones del hotel están bien sin embargo le falta un poco de mantenimiento. Las habitaciones son pequeñas pero cómodas y cuentan con lo necesario, una plancha hubiera sido de gran ayuda. No cuenta con caja de seguridad. Estuvimos en la habitación 406 y durante la estancia reportamos la TV ya que estaba desprogramada pero una persona acudió a arreglarla. Nos costó un poco de trabajo usar la regadera ya que el automático para cambiar de la tina a la regadera no funcionaba correctamente. La cortina de la habitación estaba rota. Me gustó que tenía buena ventilación e iluminación natural. El personal es amable, sobre todo las chicas del restaurante y el personal de limpieza. Las chicas de Recepción no todas son amables, sobre todo la chica del turno matutino, no recibí un saludo o una sonrisa de su parte, y cuando le preguntábamos algo recibíamos una respuesta negativa, con malas caras y cero ayuda, lástima, ya que la Recepción es el primer contacto con el cliente. Tomamos el desayuno en el restaurante y aunque es muy básico es sustancioso, por ser huésped tienes una tarifa especial de $125.00 pesos por persona. Si te gusta caminar puedes desplazarte del hotel hacia el centro en corto tiempo y disfrutar de la ciudad.