Anclado en el pasado, con una deficiente gestión. Solo se libra su personal eficiente con ganas de agradar y compensar las carencias de un parador que le falta mucho para llegar a serlo. Paredes desconchadas, aire acondicionado que no funciona en habitaciones en pleno agosto, piscina que se abre a las 12,30 hasta las 14 horas por la mañana, calor insoportable en las estancias del hotel, falta de ventilación, …como digo, personas como Manal (recepción) o cómo Jesica (comedor) junto a las impresionantes vistas de las habitaciones de arriba, hacen que merezca la pena subir la interminable cuesta hasta llegar a este mal llamado parador.