Reservé mi estancia para dos noches y, cuando llegó el momento, me dí cuenta de que mi habitación no incluía baño si no que era compartido. Contacté con ellos para cambiarlo pero me dijeron que estaban completos, que lo tenían en cuenta pero no podían asegurarme nada.
Cuando llegué nos habían preparado una habitación super amplia con baño propio y sin coste adicional, aunque me dijeron que al día siguiente tendríamos que cambiarnos de habitación porque la tenían reservada. Al día siguiente no sólo no tuvimos que compartir baño si no que nos llevaron a un hotel en la calle de al lado cuyo coste es bastante más elevado (lo buscamos en internet, aunque supongo que tendrán algún tipo de acuerdo) que el suyo para que estuviésemos cómodos, todo esto sin pagar ningún suplemento.
Los chicos que gestionan el hostal son muy amables, serviciales y educados, intentarán hacerte sentir como en casa y solucionarte los problemas que te puedan surgir.
Nosotros llegamos de noche (ojo, si haces check-in después de las 22.00 dicen que te cobran un suplemento) y, pese a las horas, Elbert, uno de los dueños, nos dio todas las explicaciones del mundo (transporte, cosas que ver, cómo llegar a los sitios, etc...) y se esforzó muchísimo por hablarnos en Español (ya que lo entiende pero no lo habla) y dejarnos todo claro.
Te traen el desayuno a la habitación a la hora que tú elijas (de 8 a 11), es muy básico pero no puedes pedir más por lo que pagas. La relación calidad-precio es muy buena.
